Hoy, después de la charla que tuve con un amigo en un bar, café de por medio, quedé pensativo por mucho tiempo.
Hace bastante que asumí que nada es casual, que a toda acción le sigue una reacción y por ende a toda causa le sigue un efecto. Con esto digo que, nuestros pensamientos pasan a tener un rol fundamental como el “generador” de causas más importante de nuestra vida, uno cosecha lo que siembra dicen por ahí y que cierto es…que acertado, esto es nada más ni nada menos que la ley de causa y efecto; sembramos (causas), cosechamos (efectos).
Por qué digo todo esto?, porque en nuestras vidas por mal que nos pese siempre van a existir una solución de continuidad entre todos los acontecimientos precedentes, consecuentes y subsecuentes.
Aplicando lo dicho a las relaciones familiares…interpersonales…de pareja, de amistad, veremos que todo se relaciona entre lo ocurrido y lo que seguirá ocurriendo.
Mi amigo en este caso está teniendo pensamientos negativos que a su vez genera causas negativas que tendrán efectos negativos en su vida y en su entorno físico, emocional y mental.
Seguro que mi amigo si leyera esto me diría que no soy psicólogo para estar dentro de sus pensamientos, y es verdad, pero pasa que los que vemos el problema desde afuera vemos cosas que ellos no ven, o mejor dicho, emocionalmente estamos menos influenciados y apreciamos mejor los errores cometidos. También me baso en experiencias personales que me enseñaron con golpes muy duros.
Que puedo decirle a mi amigo?, que puedo enseñarle?…nada, pensaba que no soy quien para enseñarle a vivir su vida, pero contradictoriamente, a la vez estoy convencido que debo advertirle que debe aprender a protegerse de sí mismo, puesto que él es el generador de su propio destino a través de sus pensamientos.
También le diría que cierre los ojos, que se tome su tiempo para relajarse, que se dé una nueva oportunidad, el se lo merece y lo merecen todos sus afectos y su entorno más cercano.
Y que les diría a todos los que lean esta entrada?...pues que se cuiden al arrojar el boomerang, por experiencia se que golpea fuerte, tengo la cabeza llena de chichones.