Estoy en mi trabajo…Son las 18:30 y comienza a oscurecer, me tomo un breve descanso. Afuera hace frío y el viento hace descender más la temperatura, poca gente se ve en la calle. Me siento en un banco en el mostrador del negocio y mientras veo a través del vidrio la gente pasar apresurada rumbo a la calidez de sus hogares pienso... Me gusta el invierno, me gusta el frío.

El ambiente en el salón es calido, de repente se abre la puerta y asoma su carita sucia, un hilo de moco asoma de su nariz, tendrá 6 años… va desabrigada, apenas una camisa cubre su cuerpecito, la mirada anhelante…su voz tímida apenas la oigo, mas bien adivino un…señor, tiene algo para comer?. Es una niña morena, hermosa, Una fuerte punzada atraviesa mi corazón y respondo: si...Espera... y mientras busco algo de comida siento la sensación de impotencia que aparece en estas ocasiones y las preguntas surgen a montones..Como?...porqué?


Como puede un padre o madre enviar a su hija pequeña a pedir limosna?
Porqué no dan ellos mismos la cara?...
Como hago para solucionar tamaña injusticia?..
Porqué tengo que ser yo el que haga algo, porqué no el gobierno?...
Como hago para decirle que no hay nada para darle?...
Porqué tengo que sentirme culpable?..
Porqué tengo que sentir vergüenza ajena?.
Porqué deben vivir de una limosna que no tendrían que andar pidiendo?

.Como…porqué…como…porqué, una y mil veces me repito lo mismo y no hallo respuestas.
Meto la mano en el bolsillo y saco dinero, tomo un billete de 10 pesos y se lo alcanzo mientras le digo que es para comprar pan y un litro de leche, mas no puedo hacer, me mira con unos ojos grandes, hermosos pero faltos de expresión y se retira sin decir nada, no sabe dar las gracias, no las necesito. Quedo con una sensación de vacío e impotencia que me amargan el resto de la jornada porque se que no hice lo correcto, se que dar esa limosna no solucionará el problema de fondo.

Pienso en esa niña anónima ,Una mas de los miles y miles de chicos que diariamente mendigan una moneda para poder comer, una mas de los miles y miles de chico sin amor ni cariño, sin contención, esclavos de sus propios padres que perdieron su dignidad y se valen de ellos para paliar el hambre y sus necesidades básicas. Una más de los niños sin futuro, sin amor. Quizás en esto me equivoque, pero lo mas probable es que sea una realidad. Y que hice yo?..Nada,.. Lo mío fue como una gota de agua en el océano, un esfuerzo estéril, algo pasajero, mañana nuevamente esta niña deambulará por la ciudad pidiendo limosna, aterida de frío, y pasado mañana lo mismo……..y pasado lo mismo.


Quedo con una sensación de haber procedido mal al dar dinero, pues si vamos al caso con dinero no se puede comprar lo que estos niños necesitan,…amor…cariño, el calor de un hogar feliz, contención de sus padres. Pienso si realmente ese dinero será utilizado para darles una ración de leche caliente y pan o bien será mal usado por los padres en alcohol u otros vicios...en fin, cosas que suceden en el día a día y que mal nos pese seguirán sucediendo en este país y en muchos países pobres.


                                 







5 comentarios:

uxue dijo...

Buen día Charly
Me ha emocionado esto que has puesto.
Es cierto que la limosna no es la solución, pero no por eso vamos a ignorar esa súplica de un niño que pide para poder comer.
Es cierto también que el gobierno debería hacer más por esta gente, pues si de veras lo desearan tendría dinero para ayudarles. Que se lo quiten de tantos caprichos y excesos que tienen.
Pero no les interesa, no les importa mientras ellos estén bien y su familia también.
Y es muy cierto que esos padres deberían moverse ellos para dar la cara y pedirlo, y ahí queda mi duda, a esos padres se les ayudaría? se les daría la limosna por estar desahuciados y sin tener que comer?
Está muy mal utilizar a los hijos para pedir, es inhumano, pero hay que habría que hacer algo para ayudar a esos padres y no tener que recurrir a ese extremo.
Sobre lo que dices del dinero de si lo utilizarán para otra cosa que no sea comida, es cierto, puede ser mal utilizado, pero poner eso de excusa para no dar no ayuda tampoco, así uno se lava las manos y ya tiene la conciencia tranquila pues ha encontrado un motivo para no ayudar. Lo mejor es darles algo de comida para que se alimenten antes que dinero, pero no siempre se tiene a mano y uno reacciona dando lo que tiene.
Tú no puedes solucionar esto, pero tampoco puedes ignorarlo. Si muchas más personas se sensibilizaran de esta manera que lo haces tú y aportaran su grano de arena para ayudarles, entonces creo que el problema iría disminuyendo.
Pero lo principal es que se implique la gente que tiene el poder y el dinero, quien de veras pueden ayudar.
Tienen la obligación de hacerlo, pero no les interesa y no lo hacen y esa es la mayor impotencia ante todo esto.

Un abrazo enorme amigo.

Charly dijo...

Hola uxue, es cierto que un grano de arena+otro grano de arena+ otro y otro…….suman, antes habría que concienciar a mucha gente que ni siquiera es capaz de verse su propio ombligo, esa misma gente que se dice sensible pero al ver un niño de estos corre despavorido porque piensa que son contagiosos. Antes habría que solucionar el estado de exclusión de la sociedad que sufren muchos padres, darles la posibilidad de un trabajo, en fin, esto tiene que ser obra del gobernante de turno. Son muchos los aspectos que componen esta problemática, mientras a esa niña se le escapa su niñez como agua entre los dedos y lo mas triste de todo es que en su inocencia no comprende que ella no es la culpable de la situación…que ella no está obligada a mendigar.
Gracias por estar siempre ahí mi reina…agur.

Gloria dijo...

Hola Charly.
Ese es el verdadero problema de la mendicidad infantil. Son doblemente explotados, por la miseria en la que viven y por los adultos. Son utilizados para sacarle el dinero a la gente, porque todos sentimos lo mismo que tú cuando vemos a un niño pidiendo en la calle. Pero creo que si le damos dinero el niño volverá un día y otro a pedir. Aquí en España hay verdaderas mafias que se dedican a ello. Yo antes hacía como tú, darle a todo el que me pedía. Pero ya no lo hago y mucho menos a un menor de edad. Esos niños expoliados de su niñez ya te puedes imaginar cómo serán de adultos.
La última vez que vi en dónde vivo a un niño pidiendo en la calle, fui y di parte a la policía local. No hay derecho a que pasen estas cosas.
Besos, amigo.

Charly dijo...

Hola Gloria...siempre menciono que la sensibilidad es una mochila muy pesada de llevar y no resulta agradable vivir así, agobia. La otra posibilidad es hacer como que no vemos lo que sucede y vivir en paz ignorando la realidad. En esto no hay punto medio y las dos posturas no ayudan en nada a solucionar este problema. En fin, solo nos queda hacer lo que nuestra conciencia nos dicte y dejarnos guiar por nuestro instinto.
Un fuerte abrazo amiga…agur

margarita dijo...

Una verdadera pena, pero una cruda realidad.
Nos hemos vuelto insensible con tantas cosas por el estilo ,que pasamos de largo intentando que otros arreglen lo irremediable.
Por desgracia siempre habrá niños, ancianos,mutilados, embarazadas... pidiendo,ya que es un negocio(aunque parezca mentira) muy rentable.
Es muy comodo(aunque yo preferiria limpiar aseos públicos)pedir y no trabajar y se sabe que un niño da más lastima y reciben más dinero. Enfin que es un asunto muy complicado de arreglar.Recibe un abrazo

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